
Qué escribir, por qué, para quién, cómo y dónde se preguntaba en el siglo XIX Antón Chejov, maestro de la literatura rusa, quien dejó para la humanidad las respuestas trazadas en sus relatos e historias, resumidas en una de sus reflexiones más profundas: “No acaba uno con la nariz rota por escribir mal; al contrario, escribimos porque nos hemos roto la nariz y no tenemos un lugar a donde ir”. Para Chéjov, la escritura es un refugio de las almas de escritores profesionales y espontáneos que buscan en las formas literarias el potencial poético de la vida. En sintonía con este autor, las siete versiones del Concurso de Literatura Mónica Bravo han llevado a los lectores a transitar por los espacios construidos por los escritores que, seducidos por la fuerza creadora de la palabra, han dado vida a sus personajes y han reflexionado sobre la vida, el amor y otros asuntos acogidos en el abrazo de la hoja en blanco. Nuestra octava versión es una invitación a seguir trazando las rutas físicas y simbólicas de los lugares a los que vamos cuando, siguiendo a Chéjov, nos hemos roto la nariz o no tenemos más a dónde ir. Nuestra octava versión del concurso es, además, una casa de puertas abiertas para la memoria y la imaginación, para los sueños y las reflexiones, para la alegría y la tristeza, para todos los sentimientos y experiencias que vuelan por el mundo a la espera de una pluma y una voz. Bienvenidos, pues, al espacio común de la literatura.
