Conservar los Parques Naturales abre oportunidades en ecoturismo y bioeconomía

Los parques naturales de Colombia son claves para regular el ciclo del agua, proteger la biodiversidad del país y combatir los efectos del cambio climático. Promover la bioeconomía y el ecoturismo son algunos de los desafíos que enfrenta el Gobierno nacional y la cooperación internacional en la lucha contra la deforestación en ecosistemas estratégicos.

Parques Nacionales Naturales (PNN) administra más de 38 millones de hectáreas del país y, junto con el Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SINAP), cubre casi 50 millones, lo que significa el 83 % de la representatividad ecosistémica de Colombia. Su importancia radica en que allí habitan más de 20.000 personas y más de 24.000 especies descritas. Además, son vitales por la función que cumplen en la interceptación, regulación, transpiración, depuración del ciclo del agua, producción de energía, reducción de los desastres naturales, adaptación y mitigación al cambio climático.

“El Plan Nacional de Desarrollo nos habla de ordenamiento territorial en torno del agua, que justamente nace en áreas protegidas como el Parque Nacional Chingaza. Por ejemplo, la población de Bogotá depende de que este ecosistema funcione bien”, explicó Luisz O. Martínez, director de PNN, en el marco de la visita diplomática del vicepresidente de la Comisión Europea, Frans Timmermans, a Colombia. El funcionario recalcó el compromiso del Pacto Verde Europeo con los objetivos climáticos del país y la región.

Aunque estas zonas poseen ecosistemas y especies fundamentales para avanzar hacia los objetivos que ha trazado el país en materia ambiental, no están exentos de amenazas como la deforestación, el acaparamiento de tierras, los cultivos de uso ilícito y la minería. De acuerdo con el informe “Diversidad y territorios para la paz”, publicado a finales de 2022 por la iniciativa Parques Nacionales Cómo Vamos, la región amazónica ha sido la más afectada, donde los Parques Tinigua, Sierra de la Macarena, Chiribiquete, La Paya y Paramillo están sometidos a numerosas presiones.

A esta situación se suma el panorama que mostró el último informe del Ministerio de Ambiente y el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) sobre la deforestación en Colombia, el cual advierte que, en 2021, esta actividad habría aumentado un 1,5 % en relación a 2020, una cifra que se traduce en 174.000 hectáreas de bosque perdidas. El informe también reveló que los seis departamentos en los que se concentró el 77 % de las hectáreas deforestadas fueron Norte de Santander, Antioquia, Meta, Caquetá, Guaviare y Putumayo.

Así, la gestión que tendrá PNN durante los cuatro años del gobierno actual será decisiva para mitigar estas problemáticas y darles un respiro a la naturaleza y a las especies que habitan allí, ya que 35 Parques tienen ecosistemas vulnerables, 17 en peligro y 16 en peligro crítico.

“Nuestro objetivo es fortalecer el Sistema Nacional de Áreas Protegidas a través de un conjunto de estrategias a nivel regional y municipal basadas en enfoques como la bioeconomía. También serán prioridad las reservas de la sociedad civil que hoy superan las 1.100 y representan casi 240.000 hectáreas de conservación”, informó Luisz O. Martínez, quien recalcó su interés por proteger la biodiversidad de Colombia y recuperar lo que se ha perdido a través de procesos de restauración.

Según el director de PNN, un punto clave a tener en cuenta será la innovación, ya que solo a través de ella se podrá propiciar una economía productiva de la biodiversidad que motive a comunidades campesinas y étnicas a proteger los ecosistemas. A los ojos de Martínez, también es una forma de alcanzar lo que él llama “paz con la naturaleza”.

“Este es un país que ha sufrido y que quiere salir de un conflicto armado que ha dejado huellas en la sociedad, pero también en la naturaleza. El impacto ha sido tal que las cortes han atribuido el valor de sujeto de derechos a numerosos ecosistemas. Yo creo que la naturaleza puede ser un puente a la reconciliación si logramos establecer esos hilos que unen la vida”, manifiesta el director de PNN.

Martínez también enfatiza la importancia de vincular la economía en los Parques y en sus zonas de amortiguación a las necesidades de las personas. Según dice, muchas veces se piensa que la conservación de ecosistemas como bosques, sabanas o páramos no puede ser productiva si no tienen vocación agrícola. La realidad, advierte, es completamente distinta.

“Gracias a la producción de aire, agua, regulación climática y conectividad ecológica es que es posible la vida (…) Si incorporamos la biodiversidad unida a la economía como modelo a seguir, podremos conseguir la cohesión social que tanto hemos buscado. La identidad y el respeto a la cultura también serán fundamentales en este aspecto”, asegura Martínez.

Todos estos objetivos tendrán que articularse con acciones que permitan el ecoturismo en al menos el 50 % de las áreas protegidas. Aunque hoy son 36 los Parques que tienen esa vocación, solo 23 tienen planes de ordenamiento para actividades ecoturísticas. “La idea es tener más y mejores turistas. También queremos que, a través de estrategias de infraestructura blanda, que tiene que ver con la organización de la sociedad, el turismo se consolide como un pilar de conservación y educación ambiental”.

La dirección de PNN parte con un escenario favorable para lograrlo, ya que en los primeros seis meses de 2022 el número de visitantes a áreas protegidas fue de 690.708, un 70,5 % superior al mismo período en 2021. Aunque esto obedece al cierre temporal que tuvieron los Parques durante la pandemia del covid-19, Martínez sostiene que hay luces para seguir trabajando en torno a la reactivación.

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ASÍ SEGUIMOS ACTUANDO

Cuidado y acompañamiento del desarrollo integral en la primera infancia

Proyecto Semillas de Amor 

Te contamos que en este proyecto participan dos profesoras que trabajaron en el Tilatá: Tulia y Adriana. Las dos están acompañando el desarrollo de los niños. Ellas han venido trabajando en habilidades de pensamiento matemático, desarrollo del lenguaje, motricidad y la conciencia de sí mismo, con el reconocimiento de la figura corporal. Este último aspecto es muy importante  en esas edades. Este trabajo partió de los hallazgos de una evaluación diagnóstica que se le hizo a los niños de la fundación, con una herramienta usada por el ICBF que mide el Desarrollo Integral de la Primera Infancia. 

Los resultados han sido gratamente sorprendentes. Niños de más de un año que no gateaban, ya lo están haciendo; niños que no habían iniciado a balbucear antes de cumplir el año, ya están empezando a imitar sonidos. 

Los niños de la fundación vienen al colegio un día al ciclo para jugar al aire libre, experimentar texturas, jugar y desarrollar habilidades de motricidad gruesa; la fundación no tiene espacios abiertos y sabemos de la importancia de estos espacios para el desarrollo integral de los niños.  

Transformación cultural a través del fortalecimiento de la educación integral en sexualidad.

Laboratorio de Equidad Educativa

De acuerdo con la ONU, la educación integral en sexualidad es parte de la educación de calidad y, además, un requerimiento para que los estudiantes crezcan conscientes de sus derechos humanos y construyan ciudadanía. Parte del bienestar socioemocional de cualquier ser humano radica en la consciencia de que su sexualidad es un derecho y en la vivencia de una sexualidad plena, pues, al ser la sexualidad una dimensión de la identidad de las personas, vivirla plenamente marca un reconocimiento y permite esbozar proyectos de vida.

En el laboratorio, iniciamos el proceso de formación de los profesores de los tres colegios que hacemos parte del proyecto: La Aurora, El Departamental y Tilatá; durará dos meses y cada uno se certificará en educación sexual. El objetivo de esta formación es que cada uno de los colegios evalúe su proyecto actual de educación sexual, a la luz de su realidad contextual, y proponga mejoras al existente o diseñe un nuevo proyecto. La formación esta a cargo de Carolina Ibarra, investigadora psicosocial, especialista en eduación sexual y promotora de los derechos sexuales. Los talleres buscan que los profesores estudien cada uno de los componentes de la sexualidad y su importancia para el desarrollo humano. Con esta formación, cada colegio se compromete a tener definido su proyecto para el mes de junio y empezar la ejecución en el segundo semestre de este año. 

Sostenibilidad Ambiental

Programa de recolección de residuos sólidos:

Dos acciones puntuales que adelantamos en este programa fueron: la instalación de los nuevos puntos de recolección de residuos, de acuerdo a la norma vigente; esto implicó el reemplazo de las canecas antiguas por las de los nuevos colores. Con los puntos instalados, damos inicio a la serie de capacitaciones en la norma vigente y a las acciones pedagógicas para crear conciencia sobre la separación de residuos.

Proceso de restauración ecológica:

En lo que va del año hemos sembrado 200 árboles en el cercamiento del colegio y en la rivera del río. En el cercamiento, sobre todo, enredaderas nativas; en la rivera, sembramos árboles que sirven para sostener la tierra y, así, prevenir la ocurrencia de deslizamientos de tierra cuando suba el caudal del río. En el lote y otros sectores del colegio también sembramos árboles nativos que, esperamos, en dos o tres años, sean parte visible del paisaje del colegio.

Esta restauración es importante porque las plantas nativas cumplen una función ecológica, al establecer una relación directa con el filtro y la preservación del agua, la simbiosis necesaria entre las especies, generar las condiciones propicias para la supervivencia de las especies de fauna endémica y atraer polinizadores. Nuestro objetivo es que, con los años, el Colegio pueda albergar más especies de fauna nativa y que, poco a poco, reemplacemos las especies foráneas que representan una amenaza para el ecosistema.

Gran cuenca del río Teusacá:

Continuamos siendo parte de este programa con el monitoreo del rio por parte de los estudiantes de CAS y del Colegio. A diario, el Colegio realiza mediciones de la calidad del agua y patrocina monitoreos en otros puntos de la cuenca.

Fortalecimiento del Ethos Tilatá

Abriendo caminos

La finalidad de este proyecto es que cada una de las personas de servicios generales y mantenimiento construya su mejor versión. Esto es posible si abordamos en formación de los trabajadores teniendo en cuenta la satisfacción de sus necesidades básicas y el desarrollo de los atributos Tilatá, lo que significa que, mientras hagan parte del equipo, haremos lo posible porque trabajen en su mejor versión. Tenemos planeado hacer un diagnóstico de las necesidades asociadas a las construcción de esa mejor versión y crear rutas  de formación que se ajusten a sus intereses. Además, continuamos con los talleres de formación socioemocional y avanzamos en el trabajo de las emociones positivas y mindfullness; el 11 de febrero, estuvimos en Villeta todo el día y realizamos una serie de talleres y actividades recreativas.