Así estamos transformando el mundo
Compartiendo nuestras prácticas pedagógicas
“Compartir es la clave de la abundancia”, lo hemos escuchado en repetidas ocasiones y en Tilatá hemos vivenciado que es así; cada cosa que compartimos se multiplica para nosotros como comunidad. Carla, Belén y Cintia, estudiantes de pedagogía en la Universidad del Desarrollo de Santiago de Chile, están con nosotros en una práctica pedagógica intensiva, compartiendo su cultura y conocimientos y aprendiendo de nuestro proceso de enseñanza/aprendizaje en todos los espacios del Colegio.
Carla Santander está en 7° semestre de Pedagogía básica, con énfasis en enseñanza del inglés y acompaña a todo Primaria; Belén Sossa está en 9° semestre de Pedagogía, con énfasis en educación en Párvulos y acompaña a Preescolar; Cintia Araos estudió teatro y ahora está completando la licenciatura en educación media y acompañará a la asignatura de Teatro en Escuela media.
Las tres practicantes de pedagogía tuvieron la oportunidad de elegir dónde hacer su práctica y decidieron venir a Tilatá, el Colegio que la Universidad del Desarrollo escogió para el convenio internacional, tras conocernos a través de la red Ashoka, por ser un Colegio verdaderamente transformador en sus prácticas pedagógicas. En el caso de Carla, su elección tuvo que ver con la propuesta interdisciplinar y la enseñanza a través de la indagación del PEP.
En la conversación que sostuvimos con Carla, nos habló de sus primeras impresiones tras una semana en el Colegio. Está admirada por el campus, pues el cemento es lo común en Santiago; Carla dice que ella sí cree que en un campus así sea más fácil aprender. Le ha impactado que toda la comunidad se conozca entre sí y a los niños del Colegio, pues, afirma que, aunque esto es siempre deseable, es algo que pasa raramente en la educación. También afirma que ha aprendido en 4 días más de lo que esperaba, pues la aplicación del conocimiento pone en jaque la teoría y deja huella en quien lo aplica. Según la practicante, entre lo más innovador que ha visto se encuentran uso del espacio en el salón en los centros de indagación, pues es intencionado y estratégico e implica una movilidad constante que facilita la atención de los niños, así como, la conexión tan natural de asignaturas en la planeación de las unidades interdisciplinares. Según ella, esto es innovador porque la constante en el sistema educativo es la disciplinariedad: “aprender matemáticas mientras se lee es una ventaja”, la conexión natural que crean las profesoras es algo muy innovador y creo que la ventaja de esto es que el estudiante no empieza a formar paradigmas sobre su desempeño en una u otra asignatura y a autoclasificarse como “muy bueno para español y muy malo para matemáticas”, por ejemplo, como solíamos hacerlo nosotros. Aunque los estudiantes puedan reconocer que algo les cuesta más trabajo, no se “condenan” en uno de los campos del conocimiento ni generan rechazo a ciertas asignaturas.
A Carla también le llama la atención la libertad de pensamiento y expresión que tienen los estudiantes. En medio de conversaciones sobre las variantes lingüísticas del español chileno, dice que los niños le han hecho muchas y diversas preguntas y que ha escuchado conversaciones espontáneas entre ellos, que admira. Por ejemplo, una discusión sobre la idea de perfección, en primero de primaria, que le pareció muy filosófica y fructífera para tan corta edad.
Finalizamos la conversación con Carla y agradeció el que todo el equipo docente tuviera la apertura para compartir y no el recelo que ella percibe en otros espacios pedagógicos para socializar el proceso y las prácticas. Como dato curioso, le han encantado las opciones y el equilibro del menú de la cafetería.