Incentivar preguntas difíciles y el desarrollo de pensamiento crítico desde las Ciencias Sociales
En días pasados nuestros estudiantes de 10° tuvieron una jornada pedagógica organizada por el área de Ciencias Sociales. La jornada consistió en asistir a la serie de exposiciones “Fragmentos”, “Bruma” y “El testigo”, de Doris Salcedo, Beatríz González y Jesús Abad, correspondientemente, para formular y responder preguntas difíciles en el marco de la comprensión del conflicto armado colombiano, desde diferentes apuestas estéticas y testimonios de víctimas del mismo.
Como en toda salida pedagógica, el área planeó la actividad para darle continuidad al proceso de enseñanza/aprendizaje de los estudiantes en cada una de las asignaturas que los estudiantes pueden escoger cuando inician el Programa Diploma y en la asignatura troncal de Theory of Knowledge, más conocida como TOK.
Las exposiciones enfrentaron a los estudiantes con realidades difíciles en una apuesta por despolarizar y, al mismo tiempo, humanizar la comprensión del conflicto. Los artistas suscitaron en sus espectadores la necesidad del despojo de respuestas maniqueístas y un ejercicio de reflexión en torno a la tragedia del conflicto y la voluntad del perdón.
Podríamos adentrar en la descripción de las exposiciones, en el relato de la experiencia de la jornada y en la explicación detallada del desarrollo de habilidades. Sin embargo, esta nota quiere, sobretodo, darle protagonismo a las reflexiones de los estudiantes, que son, las que nos muestran cómo las preguntas difíciles incentivan el desarrollo de pensamiento crítico, de la misma manera en que nos demuestran que tal vez esta generación ha re-apropiado el mundo que habita.
- Para algunos, hasta la exposición, el conflicto era una cifra más de la violencia de Colombia. Gracias a la exposición, esa cifra se transformó en la experiencia de vida de personas, de todas las edades, que viven en zonas geográficas y condiciones muy distintas a las nuestras.
- Se hizo evidente que otra víctima del conflicto fue el medio ambiente
- Experimentar la realidad de otros nos hace ver que la polarización del país es absurda y más absurdo aún que los que no hemos vivido el conflicto la reproduzcamos y no seamos capaces de perdonar, pues las personas que sí lo vivieron, con lo doloroso que ha sido todo para ellas, sí han sido capaces de perdonar. Si las víctimas directas son capaces de perdonar, ¿por qué nosotros no?
- Todo el que viva en colombia debería ir a esas exposiciones, para entender una realidad muy ajena a quienes habitamos las principales ciudades del país.
- Se han construido unas narrativas en torno al pasado, en las que el tema de la memoria se ha afianzado en torno a hechos, como la segunda guerra mundial. De hecho, por “historia universal” todos hemos escuchado de los hornos crematorios para el exterminio de los judios en la Alemania Nazi. Sin embargo, casi ninguno de nosotros sabía de las prácticas de exterminio de la guerra colombiana. ¿Por qué tenemos una memoria histórica de otros lugares y países y no del nuestro?
- Me impactó mucho que la agresión sexual fuera un arma de guerra. Las mujeres que tuvieron que vivirla fueron doblemente victimizadas.
Las preguntas difíciles tienen la ventaja de no suscitar respuestas automáticas y fáciles, de incentivar la reflexión y de arrojar luces sobre variables que intervienen en un fenómeno. En más de 2000 años de historia no hemos podido responder tajantemente a muchas de estas preguntas y no pretendemos que los estudiantes lo hagan, pero sí podemos hacer que cada una de ellas suscite una cadena de reflexiones que generen acciones que posibiliten comprender la complejidad de la vida en sociedad y promover formas de vida solidarias en un mundo diverso.